Que soy de historias ya lo sabéis y si van unida a piedras me declaro fans total.
Y mi roadtrip me lleva a la ciudad de Almagro y alojarme en su Parador, en la inmensa llanura castellana surge este Conjunto Histórico Artístico lleno de experiencias para mi #barbireandoporspain.
Según la tradición, el origen de la ciudad fue un castillo árabe denominado «Almagrib». El nombre hace referencia a la característica arcilla roja de la zona, de color almagro, que se ve en Plaza Mayor y en otros edificios del casco histórico. Marcada por la poderosa presencia de la orden de Calatrava y es la capital del teatro español del Siglo de Oro.
Carreteras de la mancha me dan la bienvenida, llenos de prados, viñedos y molinos… Solo puedo acordarme de las palabras de Antonio Machado :
«Por esta tierra, lejos del mar y la montaña, el ancho reverbero del claro sol de España, anduvo un pobre hidalgo ciego de amor un dia – amor nublole el juicio: su corazón veia – «.
Y con estas palabras me dejo deleitar hasta que llego al maravilloso edificio que se levanta ante mi, el convento de Santa Catalina del Siglo XVI el cual me empieza a generar emociones nada mas vislumbrarlo … Con una promesa que pienso cumplir y mi estancia debe ser una historia inolvidable.
Como si mis pies tuvieran imanes dejo que me lleven a recepción, capitaneado por Sandra y bien acompañada de Maria Ángeles me acogen de una manera única y con un mimo que hace que este perdida en este momento maravillosa que paso a describiros en mis 5 experiencias que van a describir mi estancia:
PAZ:
Dicese del estado de quietud o tranquilidad… Y esa quietud o tranquilidad la voy percibiendo en cada uno de los pasos que voy dando por el parador de Almagro, cada vez que mi cuerpo se adentra por los pasillos, los patios, las estancias y los rincones me siento invadida de una PAZ que es tan grata y a la vez tan necesaria que me dejo mecer por dicho bienestar.
El edificio es el primer convento franciscano de Almagro, donado por Jerónimo Davila de la Cueva en 1603 como promesa a su joven esposa Catalina de Sanabria . Dándote la bienvenida este arquitectura conventual y percibiendo en cada una de las piedras que lo conforman un remanso de paz y tranquilidad. Donde todavía se siente el espíritu de oración y devoción en cada uno de los rincones de las distintas estancias que lo conforman.
La paz de las habitaciones en torno a 14 patios . Y en unos de esos patios que lleva el nombre de su árbol, muy utilizado en el condimento de la cocina y sobre todo en adobos y vinagres… «El patio del laurel», es el antiguo claustro donde se creo el convento y alrededor las celdas de los Franciscanos. Donde te agachas para entrar y donde respiras paz y tranquilidad a través de una sencilla estancia que te invita al relax.
ARMONÍA:
El equilibrio entre el espacio y el tiempo es pura armonía que te invade en el momento que cruzas la puerta de entrada. Todo es perfectamente equilibrado y eso hace que sientas que por un momento vivas en otra época. El espacio es capaz de teletransportarte a un tiempo pasado, a un tiempo que parece perdido y que de repente vuelves a revivir a través de cada uno de los rincones que aparecen ante mi atenta mirada. El silencio se apodera de mi delante de los lugares mágicos, como una parte de un fresco que es de la época de la construcción del convento y me acerca a la decoración en forma de libro dogmático que debía existir en las paredes.
Los zócalos con azul añil que decoraban distintas estancias, que hay piezas que se han conservados y a partir de ahí se reconstruyeron con cuidado esmero.
Arcos capirazados, que son armoniosos tanto en forma como en fondo y que envuelven una parte del edificio con esos dinteles tan abrumadores.
Pasillos infinitos con suelos de la época que se pegan a tus pasos trasmitiendote el devenir de la historia y de personas que habitaron estos lugares.
OASIS:
Se dice que Almagro es una oasis en medio de la Mancha y a esta fama han contribuido los innumerables patios de todas las clases que encontramos en al ciudad, algunos importados de la cultura árabe para paliar las temperaturas extremas que viven en esta parte del país.
Y el Parador de Santa Catalina es una oasis de patios y jardines alrededor del correr del agua y de sus pozos. No puedo dejar de descubrir patios con arboles frutales, con olor a tierra que era abonada… Que era y es fértil, que se cultivaba y que tenia una potencia productiva.
El agua y el pozo como significado de vida eterna, el trinar de los pájaros en sus jardines, el murmullo de su fuentes, el perfume de los arboles y la vida que fluye en este espacio relajante.
Sin olvidar la alberca, hoy convertida en una piscina que te invita a que sumerjas tu cuerpo en el agua que todo lo cura, este liquido tan precieado y que te lleva a seguir disfrutando de tan refrescante baño en este oasis de frescura y vida.
COMEDIAS:
Si había una visita a la que tenia ganas esa era El Corral de Comedias de Almagro. Y desde luego la experiencia fue algo que no me defraudo. Porque es único y se ha conservado en activo desde el Siglo XVII hasta nuestros días. Desde el parador y con un mimo exquisito me prepararon la visita de la mano de Almagro Turismo y de una guía excelente llamada Isabel. La cual con palabras sabias y llenas de pasión me llevo a cerrar los ojos y cuando los abrí estaba en 1628, año de su construcción por Leonor de Oviedo a partir de una remodelación del antiguo Mesón del Toro. Porque los Corrales de Comedias solían coincidir con los patios de mesones, posadas o casas de vecinos, en los que aprovechando sus propias características se adaptaban para las representaciones de comedias durante el Siglo de Oro Español. En el Siglo XVII se decreto el cierre de los corrales. Sera descubierto en 1954 y comprado el patio por el ayuntamiento y sigue estando en activo.
Y como de una comedia a modo de representación descubro las distintas partes que me dejan si cabe mucho mas enamorada de este espacio: el Zaguán, la Alojeria, el Patio, la Cazuela y la Tertulia o Desván, los Aposentos o Galerías y el Tablado.
Lo pude recorrer por todas partes y hubo unas estancias que como siempre me hizo suspirar por su lado romántico. dos estancias que estaban cerradas con celosías, desde dentro podían ver la comedia y desde fuera no se sabia quien había dentro, tenia entrada directamente desde la calle y era ese lugar donde los amantes secretos se podían ver… Ainsss #loveintheair
REFECTORIO:
Se llamaba Refectorio a la sala destinada a las comida de los monjes en los Monasterios y conventos. Esta palabra viene del latín «Refectus» – Refresco.
Sentarte en esta estancia con mucha historia que contar y las que se han creado cerca de esta para poder disfrutar de la cocina regional de toda la vida que el parador ofrece a través de su fogones y de una excelente fusión con Bodegas de Denominación de Origen La Mancha y Valdepeñas. Gracias a su Chef José Alfonso y a su Maitre Luis se puede disfrutar de una cocina regional que no falta el pisto, las berenjenas, el asadillo de pimientos, las migas de pastor, asados castellanos o el bacalao a la castellana.